“Todo comenzó con una pregunta ¿Hasta qué talla quieres llegar? El día que me hicieron esa pregunta me sorprendí y me dijeron que ya era talla 24, pero ¿Qué talla quería ser, 26, 28 o cual? Ahí me cayó el 20 y empecé a poner atención y me di cuenta de que no me podía abrochar los tenis, no podía correr ni jugar con mi hija y entonces dije “Si me amo necesito hacerlo por mi y por mi hija”. Cuando mi hermana me habló de la clínica dudé, pero comencé y es muy fácil seguir la dieta porque no tengo que hacer un super especial para mi, ya que de lo que cocino para mi familia es lo que yo como. También dejé el alcohol, el refresco, las tortillas, el azúcar y otras cosas las he sustituido, tomo agua en forma constante y abundante y mi calidad de vida ha mejorado considerablemente. Agradezco a Dios por permitirme dar testimonio de fuerza de voluntad, autoestima, y amor propio, y agradezco a mi hermana Tania por todas las veces que me apoyo con el tratamiento. Agradezco a mi don Julio por acoplarse con amor a nuestro nuevo estilo de vida, y agradezco a mis tías por siempre echarme porras desde la trinchera. Pero sobretodo agradezco a mi hija por cada vez que me dice que te ves más bonita, ya que me hace sentir que todo el esfuerzo ha valido la pena. mamita Rossi y mamá Cecy ¡Esto es nuestro!”

Atendida por el Dr. Román Gutiérrez y Dr. Andrés Peña